Esta palabra de orígen quechua quiere decir “soga de los muertos”, aunque también se puede interpretar como “lazo que une con el mundo espiritual”. Tiene dos significados. Una que describe la planta en sí que tiene forma de liana (una enredadera), su nombre científico es Banisteriossis Caapi y crecería en la cuenca amazónica de manera silvestre o domesticada. Hay múltiples variedades según los colores del bejuco, negra, colorada, amarilla, etc. Esta planta contiene una hormona o principio activo presente en forma natural en el cerebro humano: la Dimetiltriptalina (DMT), que sin embargo al ingresar por vía oral no tendría por sí misma los efectos visionarios deseados por la inhibición de una enzima del aparato digestivo: la monoamino oxidasa (IMAO).
Pues bien el segundo concepto de ayahuasca está referido a la bebida tradicional, a la deccocción o preparado que luego de largas horas de preparación resultaría en un zumo que luego estaría presente en las sesiones chamánicas.
Pero aquí el detalle, para que la acción de la ayahuasca tenga los efectos deseados se vale de una segunda planta conocida como Chacruna (Psychotria viridis), que al ser responsable del bloqueo de la enzima IMAO, permitiría a la bebida lograr el efecto visionario esperado. En conclusión la bebida sagrada sería la mezcla de dos plantas: ayahuasca y chacruna.
Los nombres comúnes de la ayahuasca son: Yagé en Colombia, Natem en Ecuador y Daime o Vegetal en Brasil. Pero el nombre más común sería Ayahuasca como punto de referencia a la civilización quechua que resulta ser la más antigua existente en América del Sur.
La ayahuasca como bebida y debido a su baja toxicidad estaría siendo empleada como recurso medicinal autóctono en el tratamiento de la depresión, ansiedad, problemas de personalidad y sobre todo toxicodependencia. No se reportan casos conocidos de dependencia ni síndrome de abstinencia a esta bebida. Con lo cual el empleo de la palabra “droga” no sería apropiado desde el punto de vista occidental. Igual propiedad comprendería la palabra “alucinógeno” por tratarse de un término peyorativo y hasta discriminatorio que no se aplicaría en el contexto medicinal ancestral de la Amazonía.
Artesania con ayahuasca
Collares de Ayahuasca
Hermosos Collares elaborados por artesanos nativos en pucalpa e Iquitos. (Selva Amazónica peruana). Este producto asegura la sostenibilidad. No causa deforestación porque no es de producción masiva, seguimos y respetamos a la sagrada ayahuasca planta amazónica, la abuelita. Los collares están hechos de hilo encerado y corteza de ayahuasca amarilla con semillas ungurahui y acai. Las fotos son referenciales al modelo, le enviaremos un collar de acuerdo a la disponibilidad, tal vez podría cambiar la forma de la ayahuasca (no todas son iguales).